Conocer sobre la flora y fauna presente en el Parque Marino Francisco Coloane, ubicado a 75 kilómetros al sur de Punta Arenas, pero desde el tercer piso del Museo Marítimo y Naval, es la propuesta que ofrece la exposición “Naturaleza Estrecho de Magallanes”, elaborado por el equipo científico del Centro de Estudios del Cuaternario Fuego y Patagonia Antártica (Cequa).
Se trata de un sitio calificado como un área marina costera protegida (AMCP) gestionada por el Ministerio de Medio Ambiente por su riqueza natural, en una superficie de 67 mil hectáreas.
A su vez, este parque es reconocido como el único sitio de alimentación de la ballena jorobada fuera de las aguas antárticas. También es posible observar desde el mar una colonia de pingüinos de Magallanes que anida en el bosque y otras especies nativas, como el pilpilén austral, leones marinos, delfines australes, petreles, albatros, y gaviotín antártico, entre otros.
Todo lo expuesto es fruto de un trabajo investigativo que ha conllevado más de dos décadas por investigadores. En ese sentido, la científica y directora ejecutiva de Cequa, Paola Acuña, reflexionó que este proyecto se preparó en un plazo de un año y medio, agregando que “lo que buscamos es llevar este conocimiento a la comunidad y que las personas conozcan el área”.
La idea surgió para fortalecer el desarrollo de la ciencia para que estos conocimientos sean recibidos por los niños de Magallanes.
Realidad virtual
Una de las secciones más atractivas que presenta la exposición, es la apreciación en seis archivos de registro audiovisual del entorno utilizando un casco de realidad virtual. En uno de ellos es posible vivenciar, a pocos metros de distancia, los glaciares que se encuentran en la Isla Santa Inés.
El video más atractivo es el que emula el traslado al interior de un bote en compañía de otras personas, escuchando el entorno natural. Esto permite a la comunidad apreciar a kilómetros de distancia el paisaje y una conexión genuina con la naturaleza.
Gustavo Aburto fue el encargado de registrar en el lugar. Comentó que este material audiovisual y fotográfico fue producido en dos navegaciones durante el año anterior. “La experiencia fue tremenda. Tuvimos la posibilidad de conocer o desembarcar en lugares inexplorados, cosa que muy pocas personas pueden hacer y el objetivo era extraer esos lugares para que la gente lo pueda visualizar”, expresó.
A su vez, dijo que la visita fue fantástica, pues pudo apreciar a tan solo metros las ballenas que habitan. “Vimos en catorce días una cantidad de especies impresionantes”, recordó.
- ¿Cómo cree que esto puede contribuir a la sociedad?
“Geográficamente, la gente creerá que cuando desciendes de una isla hay un sendero, o un camino habilitado. La verdad es que es muy difícil acceder, porque entras y hay árboles, ramas, entonces acceder a estos lugares implica sacrificios de tiempo, dependientes del clima y otros factores. La importancia de estos recursos para la comunidad creo que son fundamentales para que se acerque a estos lugares y generemos conciencia para que podamos protegerlo desde ya hacia el futuro”.
Fortalecer la ciencia
Con esta exposición se potencia el acceso a nuevos conocimientos científicos a la población. La puesta en escena de la muestra contó con un financiamiento de 50 millones de pesos aportados por el Ministerio de Ciencias.
“Estamos buscando y necesitamos seguir incentivando que los conocimientos les llegue a cada una de las personas que habitan los propios territorios en donde se están gestionando esos conocimientos”, señaló la seremi Verónica Vallejos.
La exposición tendrá una duración de cuatro meses, y con una invitación abierta y gratuita a la comunidad.
Por último, el capitán de Navío, Jorge Minotelli, director del Museo Naval y Marítimo, indicó que de esta manera se busca promover el trabajo científico que se realiza en la región, tanto para residentes como para quienes son turistas durante esta época estival.
“Es un trabajo colaborativo. Todo lo que nos lleve a tener una mirada más hacia el mar, nos permite cumplir con nuestra labor como museo de ir cumpliendo los intereses marítimos de la región”, afirmó.
¿Quién fue Francisco Coloane?
Este parque fue bautizado con el nombre del escritor nacional Francisco Coloane, quien nació en Quemchi, el 19 de julio de 1910 y falleció en Santiago, en 2002.
Gran parte de su literatura estuvo focalizada en narraciones ligadas a Tierra del Fuego y el continente antártico.
También se destacan sus volúmenes de cuentos, como Golfo de Penas (1945) y El chilote Otey y otros relatos (1971), y en sus incursiones en la dramaturgia, como La Tierra del Fuego se apaga (1945).
Colaboró como redactor de diversos medios de prensa, entre ellos, La Crónica, El Siglo y la revista Zig-Zag.
Por ambientar sus obras en esta zona austral, este sitio lleva su nombre.